Miedo al hablar en público: la importancia de controlar la velocidad

En situaciones de ansiedad se habla más rápido
La forma en que nos movemos y hablamos durante momentos de ansiedad tiende a ser más acelerada. Cuando enfrentamos situaciones desafiantes o complejas, nuestros movimientos corporales pueden volverse más rápidos y menos controlados si no gestionamos adecuadamente nuestras emociones. Esto es especialmente notable al experimentar miedo al hablar en público, una sensación que surge de una necesidad extrema de ser bien percibido por el público, es decir; parecer correcto, adecuado, competente...
En estos casos, se puede sentir una desventaja debido a una alta importancia que se le da al público y una disminución en la importancia propia, en relación a las capacidades y fortalezas al realizar una presentación.
Al llegar el día de la presentación, una persona que regularmente experimenta miedo al hablar en público tiende a moverse más rápido de lo habitual. Sus niveles elevados de cortisol ponen a su cuerpo en un modo defensivo, interpretando la situación como peligrosa. Esto se manifiesta en la forma en que camina, sube escaleras, saluda o realiza cualquier actividad previa a la presentación.
Este ritmo acelerado es una respuesta anticipada a la ansiedad y al temor de no cumplir con las expectativas que cree que tienen los demás sobre su comportamiento al hablar en público.
Durante la presentación, esta ansiedad se ve reflejada porque se habla más rápido, pronuncia palabras de manera más corta, reflejando una necesidad inconsciente que en ese momento tiene su cuerpo y su mente de huir de ese espacio.
¿Cómo experimentar Calma y Seguridad?
Para poder experimentar calma y seguridad, es indispensable que la persona reduzca la velocidad de sus movimientos. Esto incluye:
Bajar la velocidad de los movimientos:
Moverse con más lentitud previo a la presentación ayuda a reducir los niveles de ansiedad.
Afrontar el día con tranquilidad:
Desde el momento en que se levanta, debe procurar realizar las actividades diarias de manera pausada.
Respiración consciente:
Respirar enfocándose en inhalaciones y exhalaciones más largas de lo habitual ayuda a oxigenar el cerebro y reducir el estrés.
Alargar las palabras:
Durante la presentación es importante procurar alargar las palabras al ser pronunciadas, el usar el lenguaje corporal de manera suave ayuda a
bajar la velocidad, especialmente con los brazos para expresar ideas. Esto ayuda a comunicar tranquilidad al cuerpo y a los pensamientos, indicándole que se encuentra en un estado de calma controlada.
Finalmente, es esencial tener en cuenta que existen otras técnicas fundamentales y que son parte de nuestro entrenamiento para dominar el miedo al hablar en público, como el uso adecuado de pausas entre fases y una respiración correcta, la proyección de la voz en un volumen adecuado, el desarrollo de la capacidad de improvisar, estructura de ideas, la conexión con un contenido auténtico y personal, reforzar el diálogo interno previo a las presentaciones, entre otros recursos dependiendo del caso y la situación específica.
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Carlos Urda
Consultor en Comunicación con Maestría en Comunicación (Universidad de La Rioja) y formación en Programación Neurolingüística (PNL). Líder de Voz y Mente, especializado en consultorías para dominar el miedo al Hablar en público.
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